lunes, 8 de agosto de 2011

El alcalde conserje

Los ediles de Pallejà posponen o interrumpen sus vacaciones para que el 'casal d'avis' del pueblo no cierre los fines de semana  "Estoy capacitado para hacer de conserje y para lo que haga falta", afirma Ismael Àlvarez.
Muchos ciudadanos, incluso de pueblos vecinos, se ofrecen para hacer guardias en el equipamiento

Los abuelos del casal de Pallejà dicen que llegaron un día de finales de julio y se encontraron con un cartel en el corcho de los anuncios que lacónicamente les informaba de que el equipamiento municipal cerraría sus puertas los fines de semana de agosto. Hace ya un año y medio que el Ayuntamiento de esta tranquila localidad del Baix Llobregat, de 11.000 almas, inició un plan de ajuste de sus cuentas. Sus niveles de deuda eran ya preocupantes.

“Sí, hombre –dicen los ancianos que dijeron cuando se encontraron el cartel–, que se bajen antes los políticos el sueldo, que es una vergüenza... que la gente ahora se presenta a las elecciones para llenarse los bolsillos, por Dios”. “Sí..., los políticos de ahora son una vergüenza –tercia otro habitual del casal–... no se puede permitir que hagan lo que les dé la gana. Así que fuimos todos al Ayuntamiento y les dijimos que de cerrar el casal los fines de semana ni hablar”. “Nos dijeron que no había dinero, ¿se lo puede creer? ¿Cuántos tenientes de alcalde hacen falta en el pueblo? –añade otro bajando la voz–. Que si queríamos el centro abierto los fines de semana que lo abriéramos nosotros”. “Y encima ahora quieren recortar las urgencias del ambulatorio por la noche y...”.

Justo en este momento aparece en escena el alcalde de Pallejà con un fluorescente fundido en la mano y pregunta cómo va todo. Y los abuelos, ahora la mar de dicharacheros, le dicen al convergente Ismael Àlvarez que de maravilla, que, como ahora el sol no pega mucho, podrían jugar una partida de petanca en el patio. “Este muchacho es majo de verdad...”, aseguran cuando el edil marcha en busca de las bolas.

Sí, la solución finalmente consensuada fue que los nueve concejales del equipo de gobierno se turnaran para hacer de conserje los fines de semana de este mes, una iniciativa bien exótica, muy ejemplar y estimulante y, sobre todo y en el fondo, terriblemente escalofriante y perturbadora... ¿Si los niveles de deuda de un municipio de 11.000 habitantes obligan a su alcalde a hacer de conserje para que sus mayores no se queden sin espacio de reunión, cuál será el futuro del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón? ¿O acaso no es más que un montaje en búsqueda de publicidad favorable en una época en que la imagen de los políticos en general está por los suelos?

“No, no –dice el alcalde Àlvarez–, yo puedo cambiar un fluorescente, un grifo, un enchufe... yo ya he hecho mucho mantenimiento industrial y estoy capacitado para hacer de conserje, para lo que haga falta... Aquí hay mucha gente que no puede permitirse irse de vacaciones. No podíamos dejarlos en la estacada”.

Servir un café, recoger la prensa, no dejar ventanas abiertas a la hora del cierre... Hoy también han venido a hacer esas tareas Josep Llop, concejal de Servicios Municipales, y Jaume Boronat, edil de Enseñanza y Deportes. Es el primer día.

“El trabajo del alcalde de pueblo es siempre un poco así. Esto no es tan excepcional como parece. Si organizamos una carrera popular, pues repartes botellas de agua entre los participantes y luego le cuelgas las medallas a los ganadores. El Onze de Setembre te levantas de madrugada para ayudar a montar los tenderetes. Y este fin de semana y el siguiente haré de conserje... ya me iré de vacaciones a finales de agosto. Si eres alcalde lo eres las 24 horas. Es el modo de salir adelante y de fortalecer la proximidad con el vecino, en verdad es lo que tenemos que hacer los políticos, acercarnos a la gente”.

Y es que los alcaldes de pueblo siempre están en la primera línea. El descontento popular no es una anónima manifestación de oscuros puntos tumultuosos que se contemplan a través de un cristal, de una ventana del último piso. Es un amigo de tu padre que te recrimina lo mal que lo estás haciendo todo, lo decepcionado que está. Y la desafección política no es un porcentaje en negro sobre blanco firmado por una consultoría, sino la mirada de soslayo de un vecino de toda la vida. Aquí no hay intermediarios, todo lo contrario.

“Son momentos muy duros y todos tenemos que dar ejemplo. Durante demasiados años las administraciones gastaron demasiado, no querían ver a nadie descontento, vivimos por encima de nuestras posibilidades... –reflexiona el alcalde de Pallejà– En el fondo, la gente veía las administraciones únicamente como prestadores de servicios. Pero ahora es el momento de arrimar el hombro, de actuar con mucho cuidado para no llegar a situaciones como las del Ayuntamiento de Moià”: la bancarrota, la quiebra, tener que rascar hasta el fondo del bolsillo para poder enterrar a los muertos.

Al hacerse pública la situación del casal muchos ciudadanos se han ofrecido voluntarios para hacer de conserjes, incluso vecinos de otras poblaciones cercanas, reconoce el alcalde. “Así superaremos estos momentos”.

Font: La Vanguardia

3 comentarios:

  1. JE JE COMO LOS NUESTROS EH!
    Sònia.

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  2. Pues a mi no me parece bien, el alcalde es el alcalde y el regidor el regidor. Si en el pueblo tienen necesidades que se quiten el sueldo y que contraten a alguien haciendo un concurso de meritos.
    Por poner un ejemplo cercano, en Dosrius hay una señora (Toñi)que esta en el ayuntamiento llevando la regiduria de Servicios Sociales, esta señora hace trabajos de Asistente Social sin tener titulación ni formación, ¿no sería más lógico crear una plaza buscando una persona cualificada para este trabajo? Tambien tenemos al regidor que lleva la brigada (Salvador) que dice que sus manos van a trabajar para el pueblo ya que es un trabajador mas de la brigada !!!! Por favor usted es un cargo electo, si la brigada necesita un trabajador pues que hagan una convocatoria!!!! Y ustedes quitense el sueldo y dediquense a otra cosa!!!! FORA VIVIDORS!!!!!!!!!!

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  3. Razonemos con propiedad,hartos estamos de oir tonterias,espejismos,abusos a raudales y pérdida del horizonte,a cada cual lo suyo y menos intrusismo profesional,que así están los profesionales a cuatro velas.Considero que estamos en un pais de chapuzas y las chapuzas nos cuestan el país.Estudiar y formase ¿PARA QUÉ?,para que no te contraten en la vida,porque intrusos de buena voluntad hacen tu tranbajo,FUERA IRRACIONLES Y VIVIDORES!!!

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